Que te resulta más duro, difícil o imposible... Dejar tus hábitos más perjudiciales... como fumar... O ¿Cambiar tu forma de pensar y ver las cosas.
Humanos débiles, seguimos el mismo rumbo siempre... la senda que nos trazamos y a veces la que nos marcaron. Sin darnos cuenta que la mejor forma de transcurrir nuestras vidas, no es llegando a la meta. Sino recorriendo los mil y un caminos que antes la preceden. Vivir cada experiencia en su momento justo. En el tiempo en que se nos presenta. Cuando podemos percibir todos los colores y sabores.
Los bueno y malos aromas. Cuando podemos decir que estamos tan vivos que en un reloj análogo las agujas de nuestra vida giran y giran y continúan girando sin cesar. Devorándose los segundos, minutos y horas. Y sin embargo, nos sentimos espléndidamente bien. Adaptándonos en cada instante a lo que se presenta. A veces es un poco incómodo... pero sí nos lo proponemos podemos volvernos arcilla en las manos de la vida. Nos dejamos mecer en sus brazos y vemos nuestro tiempo multiplicarse magníficamente deslumbrante, en el río de nuestros pensamientos.
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